Una prolija carta con opciones suficientes y buena variedad de vinos, que incluyen franceses y australianos. Los precios son correctos y el servicio muy bueno.
Con capacidad para unos 30 cubiertos, este pequeño resto frances es una opción más que interesante para quienes busquen platos típicos de la cuisine francesa.
De entrada probé la centolla crocante con apio y manzanas salteadas, muy rico.
Como plato los langostinos salteados con ensalada de cous cous y verduras grilladas, con un suave toque de curry.
Las porciones de cantidad precisa y todos los sabores armonizaron a la perfección.
Maridamos con un Pinot Noir Padrillos de Ernesto Catena, un muy buen value for money, excelente tipicidad.
Felicitaciones a los chefs Veronica Morello y Charly Forbes por ofrecernos este cuidado y encantador restaurant parisino.
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