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Restaurante+Almacén: una propuesta que se multiplica

Cada vez son más los restaurantes que ofrecen a sus clientes productos para llevar: algunos venden los ingredientes y otros, la vajilla o el mantel. Chef reconocidos como Martín Molteni, Donato de Santis y Juliana López May se sumaron a esta tendencia.


Cada vez son más los restaurantes que ofrecen este plus: comer y llevar; o simplemente comer; o solamente llevar. 

Uno de los primeros en adoptar la modalidad fue i, un freshmarket que sumó productos de marca propia. Así, después de comer, se puede llenar la canasta con patisserie y panadería, bombones, pasta fresca, aceite de oliva y hasta helados hechos en el día.

En Palermo,
Oro & Candido, mercado contemporáneo, reúne ambas modalidades: es un espacio para comprar, tomar una copa, comer y charlar. Marcelo Epstein y Jorge Manson recuperaron un auténtico almacén con despacho de bebidas, bien de barrio. Productos artesanales que fueron meticulosamente rastreados por todo el país. Hay panes, bebidas, conservas, dulces, infusiones, quesos y fiambres. Hay pastelería y un clima con buena onda.

Siguiendo la ola, Martín Molteni anexó a
Puratierra una boutique con conservas caseras del interior del país, chocolates elaborados por él y repasadores que reproducen fotos de Eduardo Torres.

Y
Cucina Paradiso, Dispensa Italiana & Ristorantino cambió de ruta y hoy en un restó abierto al público que ofrece las especialidades de Donato de Santis: bruschetta con mascarpone, prosciutto de Parma, pasta, pescado y panini, para probar antes de emprender la compra de arroces italianos, trufas, pasta seca, salsas, licores, quesos o comidas listas para llevar.

En
Magendie Ciencias Naturales la despensa tiene el acento puesto en lo natural pero hay de todo: vajilla, mezclas de tés con la firma de Inés Berton, dulces caseros y panadería. Ideal para tomar ricos jugos con un sándwich.

Santè Belgrano es un bar-restaurante con sabores simples, buena música, desayunos, pan casero y tapas. En la despensa hay dulces regionales y algunas perlitas que varían con lo mejor del mercado.

Y si se trata de hacer turismo, se puede llegar al Tigre. En el
Boulevard Sáenz Peña ,a pocas cuadras del Puerto de Frutos funciona un espacio de arte, decoración y gastronomía. Aquí hay que prestar atención porque todo está a la venta: las mesas, los platos, los cubiertos... Hay mantelería con puntilla, objetos de cocina antiguos o de diseño, mermeladas caseras y blends de tés y muchas otras delicias. Ofrecen desayunos, almuerzos y meriendas con el sello de Juliana López May.

Y unos kilómetros más allá, en Campana,
Sol de Mayo Boulangerie & Patisserie, vende sus tortas, bombones y panes, además de productos premium nacionales e importados, como la cerveza de Ferrán Adriá para Cervecería Estrella de España y amarenas italianas de Fabbri que llegan en frascos de porcelana pintada. En el bistró hay sopas, croque monsieur y sándwiches de baguette. Para los días de sol, mesas al aire libre.



Fuente: Gastronomiconet.com/Clarín

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